ElsitioAvicola.com - Avicultura, Salud Aviar, Bienestar, Enfermedades, Noticias Avícolas, Artículos, Fotos Avícolas

Artículos

Manejo práctico de reproductoras pesadas: recría

11 April 2012

Desde hace años sabemos que para que un lote de reproductoras logre una alta producción de huevos y una alta fertilidad debemos mantenerlas livianas y uniformes, y estos han sido nuestros objetivos prioritarios en el manejo de recría y producción. (Primera parte de una serie de dos artículos).

Manejo práctico de reproductoras pesadas: recría

Esta conferencia fue presentada por el Dr. Fernando Mattioli, asesor técnico, Argentina, durante el XXII Congreso Latinoamericano de Avicultura, celebrado en Buenos Aires, Argentina en septiembre 2011.

La avicultura moderna se basa en cuatro pilares básicos: genética, sanidad, nutrición y manejo.

Cada vez que la genética hizo un cambio, los otros tres pilares debieron actualizarse a fin de continuar con el virtuoso círculo de mejora y eficiencia productiva.

En la práctica, las reproductoras son parrilleros que llevamos a reproducción, o sea, aves genéticamente seleccionadas por una alta tasa de crecimiento y excelente conversión alimenticia, características poco compatibles con el objetivo de producción de huevos fértiles.

En los últimos años se observa un inicio de postura a tiempo, una muy rápida trepada a pico de producción que incluso se adelan ta notoriamente a la curva estándar, y una notoria reducción en el porcentaje de mortalidad en producción. Todos estos avances han sido posibles gracias a un mejor conocimiento de los requerimientos de las hembras.

No obstante, la persistencia en producción luego de las 40 semanas de edad, muestra claras oportunidades de mejoramiento.

Lograr una alta persistencia se ha convertido hoy en el mayor desafío de manejo para los gerentes de producción de reproductoras, como así también para la comunidad científica, que indudablemente dedicará, de acá en adelante, mucha energía a comprender los factores que conducen a mantener en un óptimo nivel productivo a las reproductoras modernas.

Desde hace años sabemos que para que un lote de reproductoras logre una alta producción de huevos y una alta fertilidad debemos mantenerlas livianas y uniformes, y estos han sido nuestros objetivos prioritarios en el manejo de recría y producción.


*
"En la práctica, las reproductoras son parrilleros que llevamos a reproducción"


Bienestar de las aves

Con el avance en el conocimiento sobre las necesidades de las reproductoras, hoy debemos también considerar una tercera condición fundamental para poder alcanzar los mejores resultados productivos, como es el bienestar de las aves.

Hablar de bienestar inicialmente nos lleva a pensar en confort, como ser, cantidad de aves por metro cuadrado, espacio de comedero, temperatura y ventilación del galpón, etc. Indudablemente que estos parámetros son de suma importancia y deben tenerse muy en cuenta en el manejo de las reproductoras, ya que de no poder brindar condiciones mínimas de confort, las aves sufrirán estrés, con las esperables consecuencias negativas en producción.

Hoy debemos considerar al término “bienestar” en forma más amplia, abarcando conceptos como formulación y presentación del alimento, perfil de crecimiento, perfil de alimentación, uniformidad, programa de luz, programa de apareo, alimentación a pico, etc. Todos y cada uno de estos puntos pueden darles a las aves señales de bienestar positivas o negativas, que repercutirán en la productividad del plantel de hembras.

Por lo tanto hoy resulta imperioso para el responsable de producción, satisfacer adecuadamente las necesidades de las hembras en tiempo y forma, observando e interpretando las señales, signos y síntomas que las aves manifiesten.

Manejo en recría

Perfil de crecimiento

Una hembra parrillero llega a los 2.900 kilos de peso vivo en 50 días, sin embargo su madre, una reproductora, necesita 24 semanas para llegar al mismo peso. Por lo tanto resulta de suma importancia el perfil de crecimiento de las aves; no es cuestión de lograr un determinado pesos en una determinada semana, ya que por sí mismo, el peso no es un adecuado indicador de una buena producción posterior.

La ganancia de pesos en las primeras 10 semanas debe ser con empuje, entre las 10 y 15 desaceleramos, para volver a tener un vigoroso crecimiento desde las 15 semanas en adelante.

No es el peso vivo en sí que define la performance de un lote sino cuándo y cómo vamos aportándole nutrientes a las aves durante su recría, por eso, tiene mas valor considerar el perfil de alimentación que las hembras reciben a lo largo de su vida.


*
"La ganancia de peso en las primeras 10 semanas debe ser con empuje"


Perfil de alimentación

Podemos considerar tres conceptos diferentes que se han ido modificando con el paso del tiempo:

  1. Hace varios años, alimentábamos para lograr los pesos estándar semanalmente, o sea era seguir los gráficos de pesos semanales y el peso alcanzado determinaba la cantidad de alimento a proveer a las aves.
  2. Posteriormente, se introdujo el concepto de Nutrición Mínima Acumulada a foto estímulo. Esta teoría postulaba que, para lograr un buen nivel reproductivo, una hembra requiere un mínimo de 23.000 Kcal y 1.200 gramos de proteína al momento de la foto estimulación. Esta idea colaboró en mejorar los resultados reproductivos ya que, indudablemente, es necesario alcanzar una determinada composición corporal capaz de sostener la demanda de una buena y persistente postura.
  3. En la actualidad encaramos la alimentación de las aves con el conocimiento de que a distintas edades las aves presentan distintas necesidades energéticas, por lo que podríamos hablar de una Nutrición Mínima Modulada a lo largo de toda la vida del ave.

Por ejemplo, sabemos la importancia que tiene para el resultado final del lote, lograr una buena uniformidad, y desde el punto de vista del plantel en conjunto, lograr un muy buen crecimiento (ganancia de peso) en las primeras 6 a 8 semanas, conduce a obtener una mejor uniformidad. De esta forma tendremos pocas aves pequeñas, y la restricción posterior dará mayores beneficios.

Comenzar entonces durante las primeras semanas con dietas proteicas y con consumos “suficientes” para lograr un vigoroso perfil de crecimiento.

Hacia las 10 semanas de vida, las hembras deben encontrarse dentro del peso estándar con la más alta uniformidad posible para transitar la segunda etapa, hasta las 15 semanas, con una desaceleración en el perfil de ganancia de peso.

Hace 30 años, las recomendaciones de alimentación para este período, sugerían mantener casi constante el consumo de alimento. Hoy sabemos que estas 5 semanas son importantes en la acumulación de nutrientes, por lo que incrementos de 2 gramos en el consumo semanal, son necesarios para una óptima preparación de las hembras para las siguientes etapas de su vida.

Desde semana 15 hasta el foto estímulo ingresamos en una tercera etapa donde las necesidades de las aves son muy diferentes, requiriendo vigorosos aumentos en torno a un 10% en el consumo semanal, para producir el necesario cambio en el perfil de crecimiento preparando, de esta manera, reservas en las hembras para la inminente demanda del inicio de producción.

Lograr la uniformidad es el enfoque del periodo de recría de las reproductoras
Lograr la uniformidad es el enfoque del periodo de recría de las reproductoras
Foto cortesía de Jansen

Uniformidad

Uno de los puntos más importante de una recría es lograr una buena uniformidad entre las aves. Aunque realmente deberíamos hablar de uniformidad en madurez sexual, de rutina utilizamos uniformidad en peso vivo, ya que ésta es una manera fácil, práctica y repetible de evaluar un lote de reproductoras.

Disponemos de varias técnicas de manejo que favorecen una buena uniformidad, como son forma de alimentación, manejo de comederos, uso de corrales, clasificaciones del lote, no despicar hembras, y utilizar formulaciones diluidas que aumentan los volúmenes de alimento a distribuir.

Es conveniente esforzarse para que la diferencia en peso/tamaño de las aves no sea muy grande en aquellas semanas en que el esqueleto aún continúa con un activo desarrollo, o sea hasta las 8 a 10 semanas de vida. Por lo tanto es recomendable realizar una primera selección individual con balanza del 100% de las aves entre los 7 a 10 días, una segunda a la cuarta semana y otra a la octava ó novena semana a fin de obtener el máximo beneficio, al ser más fácil uniformar un lote durante estas primeras semanas de vida.

Si todo va bien encaminado, una última selección a las 14 semanas, justo antes de inducir la aceleración en el crecimiento, sería suficiente para llegar al inicio de postura con un plantel de hembras uniforme.

Indudablemente que la restricción a que son sometidas las aves no favorece al bienestar de ellas. Al contrario, para lograr los pesos estándar generamos un tremendo instinto de sobrevivencia y competencia por la poca cantidad de alimento suministrado. Las selecciones favorecen a que hembras de temperamentos semejantes compitan equitativamente entre ellas, reduciendo dentro de lo posible, factores estresantes.

Otra forma en la que podemos favorecer el bienestar de las aves es utilizar en recría alimentos más diluidos; de esta manera al poder ofrecer un mayor volumen, satisface más a las aves, facilita la distribución del alimento en los comederos y beneficia la uniformidad del plantel.

Por último la presentación del alimento también juega un rol muy importante. Cuando alimentamos con pellets, el consumo es más rápido, aumenta la competencia, aumenta la agresividad y aumenta la desuniformidad entre las hembras. Por ello, debe evaluarse la posibilidad del uso de migajas/harinas a fin de favorecer por medio de esta alternativa de manejo, el bienestar de las hembras.


*
"En las reproductoras pesadas la madurez sexual es demorada si no son expuestas a días cortos"


Luz

Cuando uno analiza resultados productivos de varios países de Latinoamérica, en muchos de ellos se observa una muy buena persistencia en postura. Curiosamente, estos países se encuentran cercanos al Ecuador, por lo cual la cantidad de horas luz día que las aves reciben es baja, en comparación a los que se encuentran a latitudes mayores.

Si comparamos reproductoras pesadas con aves de postura comercial encontramos en aquellas una más rápida caída en persistencia, exacerbada cuando se brindan foto períodos largos en producción.

Hay especies consideradas foto refractarias absolutas como la perdiz, que necesitan ser expuestas a días cortos para dispar la condición de foto refractariedad, mientras que otras, como las reproductoras pesadas, foto refractarias relativas, en las cuales la madurez sexual es demorada pero no impedida si no son expuestas a días cortos.

Por ello, desde hace años venimos utilizando galpones obscuros para la etapa de recría, brindando 8 horas de luz de baja intensidad, a fin de foto sensibilizar las aves para que respondan al estímulo de luz e inicien producción coordinadamente y a la edad programada.

Además, las recrías en galpones obscuros favorecen un temperamento más dócil de las aves, que incluso permite el no despique de las hembras, factores estos, que suman al bienestar y mejor uniformidad de las aves.

Lea más

Lea la segunda parte del artículo “Manejo práctico de reproductoras pesadas: producción”, al hacer clic aquí.

Abril 2012

Compártelo

Vitrina de la Industria

Patrocinadores

Socios