Editorial – Preocupación en Centroamérica por la influenza aviar

La influenza aviar altamente patógena H7N3 que actualmente circula en México es una gran preocupación para los avicultores centroamericanos, en particular para Guatemala. Eso se hizo evidente durante el XXIII Congreso Latinoamericano de Avicultura, que tomó lugar la semana pasada en San Salvador.  

Fue un congreso muy exitoso, con cerca de 2,500 participantes de toda Latinoamérica y particularmente de Centroamérica. Las conferencias científicas tuvieron un alto nivel y los salones de conferencias estuvieron llenos, particularmente durante las conferencias sobre la influenza aviar en México así como las de tratamiento de la gallinaza.  

Al hablar con muchos avicultores durante el Congreso, es muy evidente que en Centroamérica hay gran temor que les llegará la influenza aviar H7N3 que ha circulado en México desde mediados del 2012 y que ha causado gran daño a la industria avícola mexicana.

Existen razones legítimas para tener este temor. En primer lugar, a pesar de los grandes esfuerzos que se hicieron en México, no se ha controlado la enfermedad, que salió de su zona originaria en Los Altos de Jalisco y se ha identificado en otros cuatro estados del centro del país. Además, aunque no se han reportado nuevos brotes desde agosto 2013, realmente nadie está seguro de dónde se encuentra el virus.

En segundo lugar, ya son muchos años desde que existe el contrabando de huevo de plato de México a Guatemala. Este mercado negro de huevos no lo llevan a cabo los avicultores sino contrabandistas profesionales que saben como transportar estos bienes a través de la frontera sin ser descubiertos por las autoridades.

Este no es un secreto, uno de los conferencistas mexicanos mostró fotos de las balsas hechas de llantas que se usan para transportar el huevo mexicano a través del Río Suchiate que marca la frontera sur entre el estado de Chiapas en México y Guatemala. 

Este contrabando de huevo de México a Guatemala realmente ha afectado negativamente al sector del huevo de Guatemala, porque ha sido difícil competir contra el huevo de contrabando. De ahí que los productores de huevo guatemaltecos hayan tenido unos años muy difíciles.  

Dado que fue en gallinas de postura donde comenzó el brote de influenza aviar, este huevo de contrabando de México presenta un riesgo para la avicultura guatemalteca. Además, contrario a lo que se creía inicialmente en México, el virus no solo afecta a las gallinas ponedoras, sino también a las reproductoras pesadas y a los pollos de engorde. Representa, por lo tanto, un tremendo riesgo para toda la avicultura guatemalteca, no solo para el sector del huevo.

No es difícil imaginar que desde Guatemala el virus de influenza aviar fácilmente se podría transmitir al resto de Centroamérica, simplemente por la cantidad de comercio y tráfico que existe entre los países de la región. No es tanto el comercio de productos avícolas sino el tráfico y comercio normal el que plantearía la mayor preocupación. 

¿Qué se está haciendo en Guatemala para prevenir la entrada de la influenza aviar? Por parte del Gobierno guatemalteco no se ha autorizado la vacunación de las aves. Por parte de los avicultores, se estarían mejorando las medidas de bioseguridad.

Además, hay indicaciones que muestran que también se están vacunando las aves contra la influenza aviar. Ese es uno de esos datos que no se puede confirmar pero que proviene de fuentes que conocen bien la situación. 

Hablando de las vacunas de influenza aviar, ese es otro de los problemas a los cuales se enfrenta México. La vacuna que se está usando, la cual se produjo rápidamente después de haber comenzado el brote en 2012 y que fue muy exitosa al principio, ya no es tan eficaz. El plan original era de dar dos vacunaciones a las gallinas ponedoras, también dos a las reproductoras, pero hoy en día se tienen que dar cuatro o cinco vacunaciones para proteger a las aves. 

Esta preocupación de los avicultores mexicanos por la falta de eficacia de la vacuna es bien conocida y ya tiene muchos meses pero todavía no se les presenta otra solución. 

Para la avicultura mexicana, es evidente que la influenza aviar H7N3 ha llegado para quedarse y se tendrá que vivir con ella en forma permanente. Esto ha causado que los avicultores mexicanos estén buscando soluciones permanentes, en otros países, para asegurar el suministro de pollitos y pollitas de reposición.

Para la avicultura centroamericana, la influenza aviar H7N3 presenta un gran peligro, y se requiere hacer todo lo posible para prevenir su llegada. Uno se pregunta si esta llegada del virus es solo una cuestión de tiempo.    

Regresando al Congreso Latinoamericano de Avicultura, gracias a todos los que pasaron por el estand de El Sitio Avícola para visitarnos y a todas las personas que nos saludaron durante la semana del Congreso. Siempre es un gran placer saludarlos y reanudar las amistades.