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Desafío y control de la laringotraqueitis infecciosa

28 September 2012

El objetivo de este trabajo es mostrar la experiencia obtenida en el control y prevención de la laringotraqueitis infecciosa en una operación de pollo de engorda.

Andrés Soto y, Mario Lechuga de Ceva Salud Animal, México presentaron esta información durante la XXXVII Convención Anual de ANECA que tomó lugar en Puerto Vallarta, México en mayo de 2012

La laringotraqueitis infecciosa (LTI) es una enfermedad que tradicionalmente se le relaciona con aves de larga vida, sin embargo, en los últimos anos se han reportado casos de LTI en pollo de engorda causando mortalidad variable de 5 y hasta 20% (1).

Para el control y prevención de esta enfermedad, además de fuertes medidas de bioseguridad, la vacunación se ha utilizado como complemento. Para llevar a cabo la vacunación se tienen vacunas vivas elaboradas en cultivo de tejidos (TCO) en éde pollo (CEO) y vacunas vectorizadas o recombinantes.

Todas las vacunas contra la LTI han mostrado su eficacia, y también se ha discutido las ventajas y limitantes de cada una (2,3), de tal manera que cada una debe ser utilizada de acuerdo con las circunstancias específicas de cada operación. Así, el objetivo de este trabajo es mostrar la experiencia obtenida en el control y prevención de la LTI en una operación de pollo de engorda, en el entendido de que se trata de un trabajo de campo, con las limitantes de no poder hacer el trabajo como si se tratara de un laboratorio.

Uns signo de la laringotraqueitis es que la cabeza y el cuello se estiran hacia arriba para que los pollos puedan respirar
Uns signo de la laringotraqueitis es que la cabeza y el cuello se estiran hacia arriba para que los pollos puedan respirar
Foto cortesía de Ceva

Antecedentes

En una operación de pollo de engorda que cuenta con 6 granjas ubicadas dentro de un radio de 8 km con una población total aproximada de 400,000 pollos por ciclo. Durante el periodo de abril a junio de 2011 fueron reportados brotes de LTI en estas granjas, con mortalidad de hasta el 45%. Los pollos de ninguna de las granjas había sido vacunado contra la LTI. Se realizó el díagnóstico clínico y de laboratorio para confirmar la presencia del virus de la LTI.

Vacunación y seguimiento

Con el objetivo de prevenir otro brote de LTI se reforzaron las medidas de bioseguridad y se decidió vacunar al 100% de los pollos de las seis granjas contra la LTI. Las vacunas que se utilizaron fueron: Una vacuna vectorizada contra la Viruela-LTI que se aplicó en la incubadora al día de edad; tres de las seis granjas recibieron adicionalmente una dosis de una vacuna TCO por vía ocular a los 17 días de edad.

Como información adicional, ninguna de las parvadas fue vacunada contra bronquitis infecciosa y Gumboro pero si contra la enfermedad de Newcastle e influenza aviar. El seguimiento que se le dio a las parvadas fue de tipo clínico, buscando la presencia de signología propia de LTI pero también de otros agentes etiológicos de tipo respiratorio.

Así mismo, se tomaron muestras de suero y órganos para ser enviados al laboratorio de diagnóstico. La toma de muestras no se realizó de manera sistemática o cronológica sino conforme aparecían los signos respiratorios. Finalmente, se tomaron los parámetros productivos para compararlos.

Signos clínicos y mortalidad por laringo

Clínicamente, todas las granjas mostraron signología respiratoria en mayor o menor grado aunque este no fue la misma para todas las granjas. Lo que si se pudo comprobar durante la observación clínica fue que no hubo signos propios de LTI, esto es, la blefarocunjuntivitis característica, así como el “grito” y expectoración de sangre que en conjunto se presentan en casos de LTI.

También se detectó pollos con un cuadro corizoide que afectaba solamente vías respiratorias altas, cuadro sugestivo de un problema bacteriano principalmente.

Históricamente, la granja 1 es la que había sufrido la mayor mortalidad la parvada anterior. En esta nueva parvada se tuvo el mejor desempeño de las seis granjas. Los resultados productivos (tabla 1) no fueron los mejores en general, sin embargo, es importante considerar que en 2011, además de los problemas sanitarios presentes, las condiciones de mercado tampoco favorecieron el óptimo desempeño de las granjas.

Es notable que las granjas que solo recibieron la vacuna vectorizada Viruela-LTI fueron las que mejor desempeño productivo tuvieron en general, pero el concepto que quizá pesó mas en el resultado fue la mortalidad, mientras que el promedio de las tres granjas que recibieron solo la vacuna vectorizada fue de 10.73%, la mortalidad de las granjas que recibieron la vacuna viva contra la LTI fue de 25.4%.

En las pruebas de laboratorio que se corrieron se encontró la presencia de varios patógenos de tipo respiratorio: LTI por PCR y un caso por serología, bronquitis infecciosa por serologia, Ornithobacterium rhinotracheale (ORT).

Las granjas 1 y 5 se probaron para ORT resultando positivas por lo que es muy probable que esta bacteria esté presente en toda la operación. Así mismo, aunque no se probó, es muy probable que Mycoplasma gallisepticum esté involucrado en el síndrome.

Tabla 1. Parámetros productivos de las seis granjas
GranjaVacunaMortalidadConversión
alimenticia
Peso
promedio
Índice de
productividad
Patógenos
presentes
1
Vectorizada 6.6 2.126 2.829 243 ORT, LTI, BI
2
Vectorizada 9.3 2.271 2.838 211 BI, LTI
3
Vectorizada 16.3 2.415 2.415 154 LTI, BI
4
Vectorizada
+
TCO
26.2 2.787 2.646 126 LTI, BI, IBF
5
Vectorizada
+
TCO
28.4 2.646 2.615 134 LTI, BI, ORT, IBF
6
Vectorizada
+
TCO
21.6 2.615 2.423 132 LTI, BI

Los agentes etiológicos de la columna de la derecha se enlistan según los resultados de laboratorio obtenidos. La LTI se diagnóstico por PCR, bronquitis infecciosa (BI) por serología y Ornithobacterium rhinotracheale (ORT) se diagnóstico por serología y clínicamente.

Reacción postvacunal

Todas las granjas tuvieron prácticamente el mismo manejo y también mostraron en mayor o menor gravedad el mismo síndrome respiratorio, y lo único diferente fue el uso o no de vacuna TCO contra la LTI, siendo la principal causa de mortalidad, la presencia de los diferentes agentes etiológicos más una fuerte reacción respiratoria postvacunal.

No es la intención de este trabajo responsabilizar a la vacuna TCO en ninguna manera, sino solamente señalar que por las condiciones sanitarias de la operación, no es viable ni recomendable el uso de una vacuna viva contra la LTI, porque si bien es conocido que la vacuna TCO genera una reacción postvacunal menos severa que la de las vacunas CEO, esta sigue siendo de consideración, y aunado a pobres condiciones sanitarias puede generar un problema mayor.

En conclusión, el trabajo realizado se enfocó al control de la LTI. En particular en esta operación de pollo de engorda, la vacuna vectorizada Viruela-LTI generó por sí misma la inmunidad suficiente para contrarrestar el desafío por el virus de la LTI.

Bibliografía

1. Guy, J.S.; H. J. Barnes and L. Smith. Increased virulence of modified-live Infectious Laryngotracheitis vaccine virus following bird-to-bird passage. Avían Diseases 35:348-355. 1991.

2. Lechuga M. Reporte de un aislamiento y caracterización molecular de tres virus de la Laringotraqueitis Infecciosa provenientes de parvadas de pollo de engorda. XXXVI Convención anual ANECA 2011. Pg 202-205. 2011.

3. Zavala G. Actualización en Laringotraqueitis Infecciosa 1-7. Department of Population Health. University of Georgia.

Septiembre 2012

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