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Alternativas para lograr una cáscara más resistente en huevos fértiles y de mesa: 2

24 July 2014

La nutrición correcta de las ponedoras comerciales y las reproductoras tiene un enorme impacto en la calidad de la cáscara del huevo. (Segunda parte de una serie de dos artículos).

nutriccion ponedoras, reproductoras, el sitio avicola, chris wrightPresentación de Diego Fernando Aldana Martínez, DSM Nutritional Products, Bogotá, Colombia, durante el 10mo Seminario Internacional de Ciencias Avícolas, Capia, Argentina, mayo de 2014.

Para mejorar la calidad de la cáscara del huevo ya sea de mesa o el huevo destinado a la incubación el técnico y el productor deben tener conocimiento sobre el tipo de ave y la nutrición que hoy deben trabajar (sigue de la primera parte, donde se presentaron los puntos a – e):

f) El despique: Es una actividad que requiere el máximo de atención por parte del técnico, sus desaciertos tienen un efecto directo sobre el peso del ave, la uniformidad de la parvada y la producción de huevo. Desde el punto de vista de la genética uno de los elementos de todo programa de selección incluye la eliminación de familias agresivas o de mayor temperamento. Adicionalmente por consideraciones de “bienestar animal” es una práctica que en mercados desarrollados no se implementa. Una opción innovadora es el despique en la planta de incubación con la técnica de despique infra rojo, el cual ha mostrado sus beneficios en la reproductora pesada y en la ponedora de líneas blancas; la ponedora marrón ha presentado resultados variables requiriendo una mayor intensidad en el haz de luz que puede generar altas mortalidades en pollitas que se van alojar en jaulón (bebedero de nipple). Algunas condiciones de producción como: altas densidades de alojamiento, desbalances nutricionales, falta de control del fotoperiodo (duración e intensidad), errores de manejo (agua, ventilación) llevan a la parvada a episodios de picaje que pueden terminar en francos canibalismos o histeria. 

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g) Perfil de crecimiento y necesidades nutricionales: Se definen usualmente tres fases en la curva de desarrollo de la pollona, una primera etapa con un fuerte desarrollo de esqueleto y órganos internos (1 – 6 semanas) donde el nutriente más importante es el nivel de proteína; una segunda etapa (7 – 15 semanas) con la mayor ganancia de peso corporal siendo la energía el nutriente más importante, y finalmente la tercera etapa (15 - 18 semanas) donde el ave madura sexualmente y se produce el desarrollo del hueso medular, esta es una etapa donde se debe controlar el consumo de energía para evitar el sobrepeso y engrasamiento.

h) Alimentación en la cría y recría (0 – 17 semanas): El programa regularmente usado en la industria trabaja tres fases (iniciación – crecimiento – prepostura), aunque lo ideal es el programa de cuatro fases (iniciación – crecimiento – desarrollo – prepostura). La granulometría debe ser acordé con el tamaño del ave siendo importante la uniformidad de la molienda, se requiere que esta no permita que las aves seleccionen el alimento. El alimento en presentación de crumble o granulado mejoran el consumo de alimento y los pesos corporales (Calet, 1965; Engster et al, 1985; Frihka, 2009 y 2010) y reportan igualmente una mejora en el peso dela molleja.

i) Consumo de energía: Se debe considerar que los procesos de selección genética ofrecen un ave con menor peso corporal, mayor capacidad productiva y menor consumo de alimento. Son variados los factores que influyen en los requerimientos de energía durante la crianza:

- Actividad física (piso – jaula)
- Temperatura de la caseta (temperatura operativa)
- Peso corporal (variedad genética – tipo de estirpe)
- Densidad nutricional del balanceado, en términos prácticos dietas muy densas en épocas de estrés calórico pueden tener efectos negativos en la uniformidad de la parvada y en las ganancias de peso corporal por una mayor depresión del consumo.

j) Niveles dietarios de calcio: Los requerimientos de calcio varían con la genética, las líneas blancas modernas son más precoces que las líneas marrones lo que obliga considerar niveles de calcio y fósforo diferentes. Normalmente los niveles para las dos genéticas son similares de la primera semana hasta las 13 semanas, con niveles alrededor del 1%. El inicio de producción y la condición fisiológica de la formación de hueso medular unos 10 a 14 días antes de iniciar producción conlleva incrementar los niveles de Ca. De otra parte se debe tener especial cuidado con el origen del calcio evitando contaminaciones con flúor (afecta la mineralización de huesos) y otros metales pesados, igualmente con el porcentaje de solubilidad del Ca (30 – 40%). Idealmente una proporción del Ca debe tener granulometría gruesa entre 4 – 6 mm y esta proporción debe modificarse con la edad de la parvada. El trabajo de Manangi & Coon (2007) en pollo de engorde demostró la relación entre tamaño de la partícula de CaCO3, % de solubilidad y la actividad de la fitasa; tamaños de partículas entre 137 – 188 μm mostraron mejores ganancias de peso y también un mejor porcentaje de cenizas en tibia. Pero hay una relación que obligatoriamente se debe considerar para la correcta utilización del Ca y es la interrelación entre Ca – P – Vitamina D3, los niveles sugeridos para la cría están entre 3.000 a 4.000 UI / Kg y para la fase de recría entre 2.000 – 3.000 UI / Kg (DSM OVN vitamin guideline, 2011).

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k) Control del peso corporal: La actividad del pesaje de las aves debe ser individual, periódica y representativa de la parvada. Con frecuencia el problema que se tiene en las etapas de cría y recría es no lograr los pesos corporales de guía, las causas más comunes se encuentran en:

- Bajos consumos diarios
- Manejos inadecuados
- Densidades inadecuadas
- Desafíos infecciosos
- Estrés calórico
- Programa de vacunación. Las vacunas oleosas o bacterinas deprimen el consumo de alimento
- Traslados del área de la recría a los galpones de producción.

Los errores en el desarrollo del ave por defecto o exceso (aves livianas o pesadas) tienen un efecto sobre el tamaño y peso del huevo. En la mayoría de los casos estos errores se pretenden corregir vía adición o menores valores de ácido linoleico pero no siempre se consiguen buenos resultados. El trabajo de M Yamazaki et al (1998) demostraron el efecto de la adición en la dieta de taurina al disminuir el peso del huevo sin afectar otros indicadores productivos.

l) Selección o grading en la recría o crianza de la pollona: Una de las prácticas de manejo de las reproductoras pesadas que se está generalizando en ponedoras comerciales es la selección o grading por peso, se sugiere realizar un mínimo de dos procesos: entre las 4 – 6 semanas y 8 – 10 semanas. Es una práctica que permite mejorar la uniformidad de los corrales o subpoblaciones y controlar el consumo y rediseñar el perfil o curva de crecimiento de estas subpoblaciones.

m) Bajos pesos corporales en la crianza: El efecto se va a reflejar en una entrada tarde a producción, huevos pequeños, bajos picos de producción, bajas persistencias, bajos consumos de alimento.

n) Composición corporal: El peso no es el único factor que determina el inicio de la producción, el foto estímulo y la madurez sexual ligada al desarrollo hormonal y el porcentaje de grasa de la canal están asociados con el inicio de producción, aunque trabajos en reproductoras pesadas (De Beer y Coon, 2007) concluyen que el nivel de grasa no aparenta ser un factor limitante en la producción; contrario a la conclusiones de trabajos de Borstein, et al, 1984 y de Hocking en el 2004 que encontraron que el tejido adiposo es importante para el inicio de la madurez sexual. Con las nuevas tecnologías como es el DEXA (Dual energy X-ray Absortiometry) van a permitir determinar la composición corporal del ave y sus requerimientos nutricionales

o) Consumo de agua: Hay suficiente información sobre la importancia del agua y las exigencias microbiológicas para el consumo en avicultura; desde el punto de vista nutricional las aves pueden satisfacer una cantidad significativa de nutrientes a través del agua de bebida:

- Calcio: de un 7 – 28%
- Magnesio: > 9%
- Sodio: entre 20 – 40%
- Sulfuro: 20 – 45%

En épocas de calor el consumo de agua puede variar considerablemente, y este se puede incrementar en un 7% por cada grado centígrado por encima de 21°C; en el trabajo de los doctores Leeson y Summers, 1997 se puede observar el efecto de la temperatura del agua sobre las variables productivas de la ponedora (Tabla 1). 

Tabla 1. Efecto de la temperatura del agua en el consumo de alimento, producción de huevo y peso del huevo
RendimientoTemperatura del agua
  33°
Alimento/ave/día, g 63.8 75.8
Producción de huevo, % 81.0 93.0
Peso de huevo, g 49.0 48.5

Lesson y Summers, 1997

Conclusión

El trabajo del técnico de campo (manejos) debe ir de la mano con el trabajo del nutricionista, los costos de formulación no pueden desconocer los requerimientos nutricionales del ave; la ponedora actual y las exigencias del negocio (competitividad) no dan margen para excesos o defectos en la nutrición de la ponedora.

Referencias (del artículo completo)

- Balnave, D.E. 1996. Factors influencing egg shell quality. Proceedings of the Rhone Poulenc, Asia Pacific Nutrition Seminar, 1996.
- Collet SR, Nutrition and wet litter problems in poultry, Animal Feed Science and Technology, 173 (1): 65 - 75
- Douglas Korver. University of Alberta, Canada. Seminario Internacional de Amevea, Lima – Perú, 2011.
- DSM OVN vitamin guideline. Directrices de suplementación vitamínica. 12th edición, 2011.
- E Peebles & C McDaniel. A Practical Manual for Understanding the Shell Structure of Broiler Hatching, Eggs and Measurements of Their Quality. Bulletin 1139, April 2004. University of Mississippi
- Leeson, S. and J. D. Summers. 1997. Ingredient evaluation and diet formulation, In: Commercial Poultry Nutrition 2nd Ed, pp 101-109, University Books, Guelph, Ontario, Canada. ISBN 0-96955600-2-8.
- M Yamazaki and M Takemasa. Effects of dietary taurine on egg weight. Poultry Science, 77:1024 – 1026, 1998.
- Neil O´Sullivan. Optimizando la producción de las aves alojadas en piso. Revista Egg Industry, 2009.
- Karin Persson. The effect of sodium choloride on eggshell quality in laying hens. A review, SLU, Uppsala, 2009.
- M. de Beer & C.N. Coon. The Effect of Different Feed Restriction Programs on Reproductive. University of Arkansas, Center of Excellence for Poultry Science, Fayetteville 72701. Performance, Efficiency, Frame Size, and Uniformity in Broiler Breeder Hens
- MK Manangi & CN Coon. The effect of calcium carbonate particle size and solubility on the utilization of phosphorus from phytase for broilers, International Journey of Poultry Science, 6(2): 85 – 90, 2007.
- Murakami et al. Requirements of Sodium and Chloride by Leghorn laying hens. Poultry Science Association, 2003.
- RA Swick. Water Quality and Management for Poultry, American Soybean Associaton, 2002.
- S Mukhar, Water quality guide for livestock and poultry. Texas A&M University System.E-8, 10-98.
- Yoselewitz, I., and D. Balnave. 1989. Effect of egg weight on the incidence of eggshell defects resulting from the use of saline drinking water. Page 98 in Proc. Australian Poultry Symp. Univ. Sydney, NSW, Sydney, Australia.

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Vea la primera parte de esta serie al hacer clic aquí.

Julio 2014

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