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Bioseguridad para la industria avícola

07 September 2010

"Realmente no importa cuán integral sean las medidas de bioseguridad en papel, sino más bien si el programa se implementa correctamente en granjas”, escribe Gary Butcher y Mojtaba Yegani del Servicio de Extensión Cooperativo de Florida. Explican por qué la seguridad se ha hecho vital para la industria avícola de hoy en día y la importancia de poner todos los aspectos del programa en funciones antes de que suceda un brote de enfermedades.

En las últimas décadas ha habido un tremendo crecimiento en la industria avícola mundial. Algunas regiones han reportado un espectacular incremento en la incidencia de brotes de enfermedades infecciosas durante este periodo de rápida expansión. A pesar de los difíciles desafíos a los que se ha enfrentado la industria, los productos avícolas (carne y huevos) todavía representan una parte importante de la proteína animal que consume el ser humano en todo el mundo.

El consumidor de hoy en día generalmente es más consciente de la salud y reacciona con fuerza a las cuestiones de inocuidad percibidas que se relacionan con el consumo de productos de origen animal. La enfermedad de las vacas locas (BSE), la influenza aviar (AI) y la salmonelosis son sólo algunos ejemplos de estas preocupaciones contemporáneas. En estos días cuando los medios tienden a crear un gran despliegue publicitario, más que informar las noticias, es aún más importante mantener una vigilancia continua para mantener la confianza del consumidor en los productos avícolas.

Estatus de la salud avícola

Signos de mala bioseguridad: cubiertas rotas de zapato (arriba), bebederos que gotean y cama húmeda (abajo)
Signos de mala bioseguridad: cubiertas rotas de zapato (arriba), bebederos que gotean y cama húmeda (abajo)

Mantener una excelente salud de las parvadas es el principal objetivo de cualquier productor, ya que una parvada sana por lo regular es rentable. A pesar de todo el avance en la prevención y control de enfermedades infecciosas, sigue siendo difícil mantener una instalación avícola comercial sin enfermedades.

Las granjas avícolas comerciales continúan afectándose por el surgimiento de nuevos agentes de enfermedades o sus variantes. Las enfermedades por lo general son responsables de la mortalidad y reducción de la tasa de crecimiento y de la producción de huevos en las parvadas.

El resultado final de estas enfermedades es una reducción de la recuperación económica de los productores. El surgimiento de nuevas enfermedades y variantes de enfermedades existentes se está convirtiendo en algo más común en la industria. Los cambios genéticos en los microorganismos pueden en parte haber contribuido a esta situación. Del mismo modo, los cambios genéticos en las aves pueden también haber alterado su susceptibilidad o su resistencia a las enfermedades. El comercio global y los viajes han hecho más difícil mantener las enfermedades en zonas o regiones limitadas.

Interacciones complejas

Existen interacciones complejas entre aves, agentes de enfermedades y el ambiente. Los factores dirigidos a inmunidad específica o no específica de las aves pueden afectar su capacidad de resistir enfermedades si se exponen a los agentes. Las actividades dirigidas a los agentes de enfermedades pueden influir principalmente la exposición de las aves a estos agentes. Los factores ambientales pueden también afectar tanto a las aves como a los agentes de las enfermedades.

Situación actual

Con la actual tendencia de las agencias reglamentadoras, en muchas partes del mundo para limitar aún más el uso de los promotores antibióticos del crecimiento y los antibióticos terapéuticos se tiene que dirigir más esfuerzo a las estrategias de prevención de las enfermedades, en lugar de usar tratamientos farmacológicos.

Hay diferentes fuentes o métodos que pueden introducir enfermedades a una granja o diseminar infecciones dentro o entre granjas. Entre éstos se incluyen:

  • El ser humano (empleados, visitantes)
  • Transmisión en el aire
  • Aves portadoras dentro de una parvada
  • Aves en la zona de cuidados o descarte de la caseta avícola
  • Aves recientemente obtenidas de una parvada externa
  • Gallinas con pelecha forzada
  • Huevos de parvadas de reproductoras infectadas
  • Aves de traspatio, de mascotas o salvajes
  • Mascotas, roedores e insectos
  • Mercados de aves vivas
  • Alimento y agua contaminada y
  • vacunas contaminadas.

¿Qué es lo que pasa después?

Más señales de una mala bioseguridad: ventiladores rotos y acumulación de polvo (arriba), mortalidad no eliminada rápidamente (abajo)
Más señales de una mala bioseguridad: ventiladores rotos y acumulación de polvo (arriba), mortalidad no eliminada rápidamente (abajo)

Con la tendencia de granjas más grandes y con una mayor densidad de aves, los métodos antes mencionados de diseminación de enfermedades pueden directamente o indirectamente, contribuir a la diseminación de agentes infecciosos. Podría haber graves pérdidas después de un brote de enfermedades o del surgimiento de una forma más patógena de una enfermedad.

El desempeño subóptimo debido a enfermedades puede resultar en pérdidas económicas, aunque no hay cálculos exactos de pérdidas relacionados con las enfermedades. Los factores específicos tales como la virulencia de la gente, el estatus inmune de la parvada, la exposición previa a agentes o condiciones inmunosupresores, diseño del alojamiento, densidad de población y condiciones ambientales son variables que pueden influir el grado de pérdidas después de un brote de enfermedades.

Bioseguridad: un viejo concepto

La bioseguridad es un término frecuentemente usado en la industria avícola en las últimas décadas. Mucha gente cree que la bioseguridad sólo implica la implementación de un estricto control de visitantes y el programa de limpieza en la granja. En realidad, un programa integral de bioseguridad incluye muchos otros componentes.

En cualquier operación avícola comercial, la sanidad de la parvada debe ser excelente para poder lograr la máxima rentabilidad. El estatus de la salud a menudo se puede correlacionar directamente con cuán integral es el programa de bioseguridad que se implementa en una operación. Debe también hacerse notar que es de importancia crítica la capacidad del sistema inmunológico de las aves.

La bioseguridad es el uso eficiente de los procedimientos de higiene de sentido común para prevenir los efectos adversos de una enfermedad. Se puede definir como un juego de prácticas de manejo que, cuando se siguen, reducen el potencial de la introducción o diseminación de los agentes de la enfermedad por todo el lugar.

En otras palabras, la bioseguridad es un componente esencial del programa de control de enfermedades en la industria avícola. El cuadro 1 presenta algunas de las consideraciones importantes en el diseño de una bioseguridad integral.

Claramente, el plan de bioseguridad debe adaptarse para cada explotación, porque por lo general cada una tiene sus propias situaciones particulares. No hay una fórmula estándar aplicable a todas las granjas comerciales avícolas.

Cuadro 1. Algunos factores importantes a considerar en el diseño del programa de bioseguridad
• Ubicación de la granja • Diseño de la granja
• Control de tránsito de personas y vehículos • Señalamientos de alerta
• Libro de registro de entradas y salidas • Lavado de vehículos
• Duchas • Desinfectante de manos
• Overoles y botas • Aves silvestres/roedores/ mascotas
• Aves de traspatio • Procedimientos de limpieza de casetas, equipo y vehículos
• Productos de limpieza y desinfección • Calidad y saneamiento del agua
• Calidad y saneamiento del alimento • Saneamiento de sistemas de bebederos y comederos
• Eliminación de mortalidad y descartes • Práctica de todo dentro/todo fuera
• Tipos mezclados de aves • Manejo de la cama
• Tiempos muertos • Reparaciones y mantenimiento de las instalaciones
• Estatus sanitario de la parvada • Naturaleza de agentes de enfermedades
• Mecanismos de transmisión de enfermedades • Capacidad del sistema inmune de las aves
• Vacunación • Mediación
• Programas de monitoreo

Programa de bioseguridad integral

Cuando se da un brote de enfermedades, la gente tiende a señalar a alguien o a algo como el responsable de la introducción del agente de la enfermedad. Esto definitivamente no es lo correcto. Bajo estas circunstancias, cualquiera debe hacer el esfuerzo por mantener la mente abierta y ayudar a investigar cómo el problema empezó en primera instancia.

El objetivo es el de resolver el problema y no sencillamente determinar quién tuvo la culpa. Los problemas se necesitan diagnosticar correctamente por todos los medios a disposición, de otra manera pueden recurrir en el siguiente ciclo de producción o en otras granjas dentro de la compañía.

Las peores excusas que con frecuencia se usan durante un brote de enfermedades son "Nadie me lo había dicho" o "No sabía". Así, es imperativo que todos los empleados en todos los niveles conozcan por completo la política del programa de bioseguridad. Se recomienda hacer listas de verificación y garantizar que la capacitación sea continua, incluso cuando las épocas son buenas y no hay enfermedades presentes.

Un programa de bioseguridad debe aplicarse con la misma intensidad en todos los sectores de la empresa. Debe ser práctico y fácil de entender por todos dentro de la compañía. Los programas complicados de bioseguridad que no son fáciles de implementar, no van a funcionar. Es muy importante que haya coherencia en el seguimiento de las reglas de bioseguridad en todo el año, es decir, en el ciclo de producción.

La implementación de los programas de bioseguridad es más barata cuando se compara con los costos por los brotes de enfermedades.

La bioseguridad es un gasto necesario y puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en una explotación avícola.

Unos cuantos ejemplos

Influenza aviar

Esta enfermedad ha causado problemas en aves y en raras ocasiones en humanos. La enfermedad se encuentra en más regiones en todo el mundo y es incluso endémica con las industrias avícolas de varios países. Los brotes de influenza aviar en los últimos 10 años indican que no son adecuados los niveles actuales de bioseguridad en diferentes partes del mundo para limitar la diseminación de esta enfermedad.

Enfermedad de la bursitis infecciosa

La bursitis infecciosa continúa siendo una de las enfermedades más importantes de la avicultura, con altas tasas de morbilidad y mortalidad. Esta enfermedad se puede controlar mediante la vacunación rutinaria y un sólido programa de bioseguridad. Los programas de control y medidas de bioseguridad inadecuados, no sólo van a aumentar el riesgo de la bursitis infecciosa sino que van a abrir las puertas a muchas otras enfermedades, tales como la enfermedad de Marek.

Enfermedad de Newcastle y bronquitis infecciosa

La enfermedad de Newcastle continúa siendo un problema importante en diferentes partes del mundo. La protección de las parvadas contra el virus de Newcastle requiere de un sólido programa de bioseguridad y vacunación. En muchas regiones de producción intensiva de pollos y huevos, han surgido variantes del virus de la bronquitis infecciosa, que han causado infecciones respiratorias en pollos, ha disminuido la producción de huevo y bajado la calidad del cascarón en parvadas de reproductoras y de ponedoras comerciales.

Conclusiones

En las integraciones comerciales, las enfermedades avícolas se dan separadamente o en combinación con otros agentes infecciosos y problemas de manejo.

Las infecciones inmunosupresoras con agentes tales como la enfermedad de la bursitis infecciosa, la anemia infecciosa del pollo y la enfermedad de Marek, predisponen a las parvadas a los efectos de virus respiratorios tales como la bronquitis infecciosa, la enfermedad de Newcastle y la laringotraqueítis infecciosa. Las bacterias oportunistas entre las que se incluyen la E. coli virulenta, a menudo complican estas infecciones. La lucha contra estos agentes va a ser un esfuerzo continuo, por lo que las medidas de seguridad deben ser la primera línea de defensa en esta batalla.

A pesar de las estrictas medidas de control, nadie puede garantizar que todo vaya a salir conforme a lo planeado. En realidad no importa cuán integrales sean las medidas de bioseguridad en papel, sino más bien si el programa se implementa correctamente en las granjas.

Con frecuencia se dice que un plan de bioseguridad integral que está bien implementado no va a eliminar la posibilidad de enfermedades, pero sí la va a reducir. Cuando se da un brote de enfermedad, esto generalmente indica que hubo algo que no funcionó en la implementación del programa.

Conforme la industria continúa desarrollando y haciéndose cada vez más competitiva, es evidente que va a ser esencial tener un programa sólido de bioseguridad para que la compañía sobreviva y se mantenga rentable en el negocio avícola.

Gary D. Butcher es profesor y veterinario avícola de la Escuela de Medicina Veterinaria del Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la Universidad de Florida. Mojtaba Yegani es consultor veterinario avícola del Departamento de Ciencias Agrícolas Alimentarias y Nutricionales de la Universidad de Alberta en Canadá y del Servicio de Extensión Cooperativa de Florida, del Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la Universidad de Florida.

Febrero 2009

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